Maggie Ponce, cantante, compositora e ilustradora, alma máter de Dole Babies, se pasa hoy por Quills para contestar unas cuantas preguntas relacionadas con su labor artística. La conocí en Madrid, sobre el escenario, en el primer concierto de la formación definitiva de la banda, y desde el primer momento me cautivó la fuerza de su voz, la intensidad desinhibida de sus canciones y su presencia escénica, original, glam hasta lo obsceno, punk hasta lo elegante.
Música. ¿Cuáles son tus influencias? ¿De dónde salen tus musas a la hora de componer y escribir letras?
David Bowie es mi músico y artista favorito por excelencia. En principio, escuché sobre todo a Queen. Más adelante a Led Zeppelin, The Animals y mucha música clásica. Me atrajo mucho el glam rock de los 70, y luego descubrí el punk. Más adelante me decanté por el blues, soul y gospel, pero en ningún momento me ha dejado de gustar ningún grupo o músico. Siempre dejo las puertas abiertas a cualquier estilo porque me gusta descubrir música diferente y pienso que como músico es importante no estancarse. Me baso siempre en mis experiencias personales, normalmente las malas, pero con mucha sátira e imaginación. Convierto esas malas experiencias en algo completamente distinto y poderoso.
Uno de tus proyectos más importantes es Dole Babies, punk rock, con un punto psicodélico. Lo que que más me llama la atención es la fuerza de las melodías, sencillas y a la vez cautivadoras. ¿Cómo surge este grupo? ¿Cuál es el concepto?
Durante mi larga estancia en Londres, compuse bastante y traté de formar un grupo. Una día mientras tocaba "Dole Song", (canción sobre las ventajas del paro en el Reino Unido), cantando el estribillo: "I'm on the Dole, Baby", surgió el nombre que mantuve durante las diferentes formaciones del grupo hasta la actualidad. El concepto básico proviene de la batalla que tengo con el mundo; viniendo de clase obrera, con todas las barreras que la sociedad presenta, el rechazo, las malas experiencias en general... de lo poco que me importa emocionalmente no tenerlo fácil. Es la superación de todos esos obstáculos con mucho sarcasmo y buen humor. Un concepto bastante punk en sí mismo.
Tu voz. Juegas mucho con los cambios de intensidad y volumen, gritos rasgados y registros más suaves. Arriesgas mucho cuando te pones delante del micro y la jugada te suele salir bien. ¿En qué momento decidiste que cantar era lo tuyo?
Era adolescente y muy buena estudiante, aunque no me interesaba lo más mínimo ir a la universidad. Leí la lista de posibles carreras, y no me interesaba ninguna, así que decidí ir a vivir a Londres y ser estrella del rock. Y hasta el momento, de alguna forma, ¡he conseguido hacer ambas cosas y ninguna!
La puesta en escena también es curiosa, generas un personaje caótico, sensual hasta rozar la línea de lo grotesco, como si fueras una “dominatrix” del escenario, ¿qué parte hay ensayada y qué parte espontánea?
¡Gracias por la descripción! Jeje, pues lo cierto es que no ensayo nada en absoluto. En los últimos 2 años, me quité el miedo escénico cantando en la calle y en bares en los que la gente no me hacía caso y no había escenario, e incluso sin equipo de sonido en absoluto. Añado a esto mi experiencia como actriz cómica. Eso sí que es duro cuando no funciona. Lo cierto es que todo esto me ha curtido bastante en lo que se refiere a la puesta en escena. Sé que cualquier cosa puede fallar o pasar en general, así que prefiero abrazar al posible éxito o fracaso y lanzarme al vacío.
Aparte de la música, también tienes una faceta de dibujante.
Sí. El dibujo es algo que siempre ha estado conmigo, incluso antes de que me interesara la música como algo a lo que dedicarme. En ocasiones lo dejé de lado, pero desde el 2013 empecé a dedicarme a ello más en serio, hasta que en el 2016 empezara a ir a una escuela de arte con la idea de dedicarme a ello de forma profesional. Me encanta especialmente interpretar fotografías antiguas porque creo que al ser algo más complicado de procesar, se puede observar el cuidado y detalle con el que se trataba este arte tan maravilloso y tan ido a menos con su uso tan asequible y habitual hoy en día.
Proyectos futuros. ¿Hacia dónde quieres evolucionar?
Musicalmente, estoy volcada en Dole Babies. Nuestra idea es grabar lo antes posible para poder distribuirlo y tocar cada vez en más sitios fuera de Madrid, incluso de España si se tercia. Aunque somos un grupo maduro, ya que todos tenemos mucha experiencia anterior, por lo que entendemos que todo lleva su tiempo y paciencia para poderse llevar a cabo con éxito. También continúo cantando temas de blues y jazz antiguo con Charly Pérez, un pianista increíble. Es mi otra vertiente, y me encanta. Tengo otro proyecto en proceso con Roel G., un maravilloso compositor y cantante de música de estilo bastante más comercial que a lo que estoy acostumbrada. Estoy muy entretenida, sí.
¿Algo que añadir?
Añadir con respecto a Dole Babies que estoy encantada de compartir y tocar mi música con Dani, Sera y Sergio. Son muy buenos músicos y amigos, y nunca he tenido a personas tan adecuadas trabajando en mi proyecto anteriormente. También quiero agradecer a todas las personas que en estos dos años me han prestado su apoyo y colaboración. Ha sido una época de muchos cambios en mi vida y gracias a ellos ha sido mucho más llevadera. Y, por supuesto, muchas gracias a ti Carol por tu interés y por esta entrevista. Es un placer colaborar contigo. Creo que no me dejo a nadie, jajaja.
Maggie Ponce
Dole Babies